Los trolls de patentes no son invencibles. ¡Rendirse jamás!

¡Hurra! ¡Redoblan los tambores… retumban los platillos… es un éxito! ¡Acabamos de derrotar a otro troll de patentes en EE.UU.! ¡El enemigo está abatido, desmoralizado y en retirada! Churchill tenía razón: “¡Rendirse jamás!” Hemos seguido su consejo en nuestra lucha contra un troll en particular. Como resultado, el troll cayó derrotado y huyó con las manos vacías y el rabo entre las piernas.

“Conmoción, felicidad, gozo y adrenalina… todo en uno”

– Es así como N.K. (nuestro asesor en jefe de propiedad intelectual) describió esta victoria. En este caso se trataba de un troll de alto calibre cuyas ‘conexiones’ eran ´peso pesado’.

lodsys

“Conmoción, felicidad, gozo y adrenalina… todo en uno”. Comparto totalmente este sentimiento. El juicio contra Lodsys (uno de los ‘tentáculos’ del troll de patentes más grande y más famoso del mundo: Intellectual Ventures (“IV”)), que duró 18 meses, culminó repentinamente con la total e incondicional capitulación de este abominable parásito de patentes. Según la normativa, volvimos a ganar solos, mientras 54 compañías acusadas decidieron negociar con el extorsionista, y algunas otras desertaron vergonzosamente del campo de batalla. En total, el troll de patentes ha sacudido a más de 400 compañías informáticas.

Ahora los detalles…

En 1992, a un inventor se le ocurrió una idea sobre métodos para mejorar productos usando los comentarios del usuario al desarrollador, que después patentó (7222078 y 7620565).

En 2004, la patente cayó en las fauces del mega troll de patentes IV a través de una  de sus numerosas caparazones, en la que permaneció hasta 2010, cuando terminó como propiedad de Lodsys, subsidiaria de IV. Se supo que esta patente no sólo abarcaba el ecosistema de las aplicaciones móviles y su función In-App Purchase, sino ¡toda la industria del software! ¿Cómo? Bueno, si un producto le permite al usuario enviar información, por ejemplo, pulsando el botón ‘reportar error’, ¡es una violación a la patente! ¡Así es! Es más o menos como patentar la idea del Internet sin su implementación práctica. Lamentablemente, es así como funciona el sistema americano (sic).

En marzo de 2011, nosotros junto a otras compañías recibimos cartas de Lodsys en las que amablemente se nos pedía una modesta suma de dinero por obtener la licencia de sus patentes, caso contrario nos veríamos en problemas. En la carta que nosotros recibimos, afirmaban que la patente cubría (i) las notificaciones estándar sobre nuevas actualizaciones de seguridad, (ii) el soporte que proporcionamos a los usuarios para que descarguen e instalen las actualizaciones de seguridad, (iii) nuestras tecnologías en la nube (KSN), (iv) la compra desde dentro del producto y la renovación de licencias, (v) incluso nuestro sitio de soporte interactivo, y otras cosas más; en realidad, casi toda la interacción directa con los usuarios. Así es, no sería de sorprender que a estos tipos se les ocurriera ¡patentar la creación del mundo!

Posteriormente, en mayo de 2012, a nosotros y todos los otros disidentes se nos invitó a la corte de East Texas (una sede muy apreciada por los trolls desde hace mucho) para escuchar los argumentos de Lodsys en una reunión más formal. Aquí, resultó que nosotros habíamos ‘violado’ la patente de Lodsys por una suma no menor a 25$ millones, el precio de una demanda judicial contra nosotros.

No los aburriré con los detalles de los procedimientos. Sólo les diré que no es esta la primera vez que nos enfrentamos a los trolls, así que estamos preparándonos para derrotar esta peste. Lo principal es contar con estrategias y tácticas, proporcionar de inmediato toda la información que se requiera (¡incluyendo el código fuente!), responder rápidamente las querellas, y demostrarle a la corte apertura y disposición para resolver el asunto. Y por supuesto, rebosar de calma, seguridad, confianza y firmeza en nuestra posición.

Los trolls, por otra parte, hacen todo lo posible para dificultar las cosas; por ejemplo, tuvimos que analizar, en muy poco tiempo, más de 2.000 documentos en los que los trolls fundaban su caso.  Nuestro análisis nos proporcionó contraargumentos demoledores. Y fueron estos contraargumentos que finalmente aplastaron al enemigo, al extremo de que Lodsys no tuvo el coraje de presentarse en la corte. Mantuvimos nuestra posición de que no habíamos violado ninguna patente de Lodsys y de que su querella era nula.

Y finalmente: ¡la culminación!

51 de las 55 compañías acusadas negociaron para no acabar en la corte. En la recta final, junto a nosotros, estaban Symantec, HP y Samsung, pero también se retiraron de la carrera y negociaron unas semanas antes de presentarse a la corte. Las tensiones crecían, las rodillas temblaban… y entonces… ¡Bum! Nuestros abogados nos informaron que Lodsys había retirado los cargos y que el juez desestimó el caso ‘con prejuicio’, es decir, que no podrán volver a demandarnos por un caso similar.

Y ahora, las conclusiones:

  • Este caso ha demostrado una vez más que se puede luchar contra los trolls de patentes y derrotarlos.
  • Hay que derrotar a los trolls de patentes, de lo contrario estas sanguijuelas volverán con más sed de tu dinero.
  • La industria informática no comparte una posición común sobre el combate contra los trolls; la mayoría absoluta prefiere alimentar a los parásitos.
  • Los ‘grandes’ de la industria informática están indirectamente involucrados en el desarrollo de la industria de los trolls de patentes y facilitan la extorsión contra compañías más pequeñas.
  • Los trolls siguen siendo taimados y nauseabundos, siguen bombardeando a sus potenciales víctimas con acciones insensatas, y sin asumir responsabilidades cuando se desestiman sus querellas.
  • Antes, los enfrentamientos por patentes eran parte del terreno de los principales fabricantes. Ahora, incluso los pequeños desarrolladores de aplicaciones móviles están involucrados en este círculo vicioso. La continuación de esta tendencia está plagada de las enormes sumas de dinero que los innovadores escandalosamente transfieren a los parásitos, lo que provoca el colapso de la industria informática.
  • Los gobiernos tienen que tomar acciones decididas, específicas y sistémicas contra los trolls, incluyendo las que enumeramos aquí.

Por último, de todo corazón felicito y agradezco a nuestro equipo por haber protegido nuestra propiedad intelectual. La victoria ya tiene una curiosa consecuencia: causó una leve pero completamente irreparable baja a las reservas mundiales de Chivas Regal añejada 18 años 🙂

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