septiembre 7, 2015
AVIÓN DE ENSUEÑO = DREAMLINER.
Tarde o temprano tenía que suceder.
Con los cientos de vuelos que hago durante todo el año, con cualquiera de las distintas compañías que existen, desde y hacia cualquiera ciudad, la probabilidad de subir a bordo está asegurada tarde o temprano.
Un vuelo de ensueño. En un avión de ensueño: el Boeing 787 Dreamliner. Equipado con la tecnología más avanzada, con forma curvilínea y comodidad optimizada. He estado esperando éste momento impacientemente. Y un día, sin esperarlo, y totalmente por casualidad… ¡Por fin llegó!
Frente a mi, ésta belleza. Vean esas curvas delicadamente elegantes y maravillosamente refinadas en las alas y fuselaje. Se ha hecho con tanto cariño, cuidando cada mínimo detalle. Quizá sea el inconfundible brillo de la pintura nueva, como un coche recién salido del concesionario, tenga algo que ver. ¡Ahhhh! ¡Quiero subirme YA!
He escuchado que además de las toneladas de ultra tecnología, el Dreamliner también utiliza mucho menos combustible, así que no contamina tanto como sus hermanos mayores. ¡Si!
Bueno, ya estoy aquí, dentro de él. ¡Despegamos!
Mi primera impresión; decepcionante, de hecho. Después de todo, un avión es un avión, no importa lo elegante que sea. Puede tener mucha tecnología en él, pero en la cabina, es lo de siempre. Despegamos, alcanzamos el nivel requerido, y sufrimos alguna que otra ligera turbulencia. Siempre hay que llamar a las cosas por su nombre, yo le llamo avión a éste avión.
Algo innovador para mi fueron las ventanas: son más grandes, y puedes escoger obscurecerlas o no con un botón ☺.
Cuando estaba jugando con dicho botón, vi algunas nubes tormentosas por la ventana. Véanlas aquí:
Eso es todo por hoy, amigos. Corto y divertido. Les tenía que hablar de Dreamliner, llamada correctamente por su nombre. Ahora hemos aterrizado en nuestro destino. ¿Adivinen de cuál se trata? ¡Nos vemos pronto!