septiembre 28, 2015
La furia de la Fórmula 1 en Japón.
Normalmente los procedimientos aeroportuarios que tienes que pasar para llegar del asiento del avión a la salida del aeropuerto, recoger el equipaje en la mano y demás, son rápidos y eficientes. Pero a veces las cosas no suceden sin problemas: recientemente aterrizamos en Osaka y la fila del control de pasaportes duró… ¡dos horas! Basta con mirar a la multitud de viajeros con caras infelices. Esto es ¡inaceptable! ¡Japón, vamos! ¿Es realmente difícil capacitar más personal? ¿Hola?
Las cosas se pusieron cada vez más raras…
¿Qué es esto? “¿No se permiten camellos a partir de este punto?”
Después de una minuciosa inspección, como podéis ver aquí se establece que si “algún pasajero montó en camello o bebió leche de camello…”, tendrá que notificarlo a un oficial de seguridad y será puesto en cuarentena. Pero espera, ¿han montado alguna vez en camello? ¿Tal vez cuando eran niños? Algo se ha debido interpretar mal, creo.
También estoy acostumbrado a todas las medidas de seguridad como el Ébola, SRAG y otras epidemias pero… montar un camello y coger una infección potencial llamada “MERS-CoV” – es sin duda algo nuevo.
En momentos como estos, arrastrando los pies en una cola a paso lento, desearía tener mi propio jet privado. Quiero decir, con todos los recorridos que hago, sin duda debería considerarlo ¿cierto? Y si eso significara no tener que aguantar estas filas y los desastrosos servicios del aeropuerto, bueno, ¿no debería firmarlo?
Escuché a alguien que esperaba detrás de mí diciendo: ” ¡Un vuelo de tres horas más tres horas para llegar a la salida!” La cara del mismo individuo se deformó cuando se dio cuenta que a algunos pasajeros que viajaban con niños (después de llevar esperando una hora) se les permitió saltar la fila. Así que comentó: “¡Es una pena no podamos tomar prestado un niño en momentos como este!”
Después de una hora cuarenta y cinco minutos nos encontramos con esta señal:
El tiempo de espera será de aproximadamente 15 minutos. De hecho fue exacto. Bueno, esto es Japón después de todo.
La razón del retraso se debió a que los oficiales de control insistían en tomar fotografías de los recién llegados. Tengo que decir, me hubiera gustado obtener la copia de mi ficha policial. Estoy seguro de que después de dos horas de espera, esto hubiera sido… definitorio.
Las líneas de espera en el aeropuerto de Osaka tomaron este título al ser las más largas y más lentas en el mundo. Sí que está en mi ranking de las peores experiencias, junto con el aeropuerto de JFK en Nueva York. Solo superada por la experiencia en Sheremetyevo, el aeropuerto de Moscú, antes de la remodelación y actualización de las nuevas terminales. He oído que Domodedovo se sobrecarga en verano por culpa de todos los vuelos charters, por suerte nunca he tenido el placer. Oh, sí – recuerdo la línea de espera en el Aeropuerto de Victoria Falls en Zimbabwe… [tos]. Pero,..¿¿¿en Japón???
Así que eso es todo. No más vuelos comerciales a Osaka para mí. ¡Nunca más!
Al día siguiente de mi pesadilla en el aeropuerto de Osaka, las cosas regresaron positivamente a la normalidad y se convirtieron en: una pista de carreras de F1.
Bueno, más o menos. Los de Mercedes lo estaban echando todo a perder. ¡Están imparables últimamente!
Nos encontrábamos aquí para el 14º Gran Premio de Japón de la Fórmula 1 2015 en Suzuka!
Hubo un momento interesante justo al comienzo: Vettel logró pasar del cuarto al segundo lugar, mientras que Pérez estaba fuera de la carrera, ¡en la primera curva!
¡Logró el pitstop (parada en boxes)… en 2.2 segundos! ¡Los magos de la F1! Me puedo imaginar el entrenamiento del equipo para conseguir reducir el tiempo así… Sucedió todo tan rápido que apenas pude tomar una fotografía, ¡y de repente ya había terminado!
¡La bandera a cuadros ondeaba! En el podio Kimi brilló por su ausencia. Y me perdí el momento en que Vettel vertió el champán sobre el traje de Hamilton.
¡Ajá! Resulta que mi compañero de viaje A.B., ¡captó el momento!
En resumen, una carrera de Fórmula 1 fabulosa. La vi en Japón por primera vez. Debo repetirlo. (sin contar el aeropuerto de Osaka )…