UN LARGO VIAJE POR LOS ALPES

Sería una verdadera pena venir a los Alpes, la casa del esquí alpino italiano, y no ponerse un par de esquís e intentar esquiar por las pendientes del valle que nos rodea. Ha pasado bastante tiempo desde la última vez que me puse un par de esquís… ¡en el 2012!

Solía pasar una o dos semanas en los Alpes cada invierno. Ahora hay muchos asuntos de trabajo a los que no puedo faltar, así que no he tenido la oportunidad de tomarme unas vacaciones para esquiar hasta que mis piernas no puedan más y me tiemblen las manos. Sin embargo, esta ocasión tuve suerte: ¡tres días y medio de pendientes y paisajes alpinos! ¡Los Alpes son realmente fabulosos en invierno! // Es posible que sean iguales en verano, pero nunca los he visto en esa época del año. 🙂

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Desafortunadamente el clima solo nos permitió esquiar un día y medio. Hubo un viento terrible, con una gran capa de nubes que traían consigo nieve que cubrió todo – dejándonos sin poder esquiar. De hecho, es un buen momento para escapar mientras los últimos pases a la montaña aún no están cerrados.

Ah sí, aquí hay un poco más sobre el post de Ferrari F1 sobre hielo.

Claro que no tenía posibilidad de manejar un coche de F1, y no es que lo estuviera esperando. Debes tener una súper licencia de la FIA para manejar un coche como esos, y para poder calificar se requiere de mucho trabajo y pruebas en la pista de carreras. Sin embargo, pude conducir un Maserati levantando algo de nieve.

Una cosa es segura: este súper coche italiano no está hecho para la nieve. Es pesado y muy inteligente. Se siente como si tratara de controlar una pesada lancha de motor. Un Maserati en la nieve es como una embarcación muy cargada en el agua. Tiene un gran impulso (después de todo es muy pesado), reacciona muy lento al acelerar (la computadora es muy inteligente). Cada cierto tiempo, el coche se atascaba, así que tuve que recurrir a una fuerza bruta menos sofisticada para ayudarle a los caballos de fuerza.

El mal clima significaba que tenía algo de tiempo para caminar por Livigno. Es un poco aburrido. Pero ¿qué esperaban? El lugar no está hecho para turistas vagando; se espera que ellos esquíen o caminen por las montañas, dependiendo de la estación del año. De cualquier forma, se siente muy monótono. Sorprendentemente, no hay aceras. Los peatones caminan por las calles y odian a los coches, mientras que los conductores que tocan el claxon odian a los peatones. Y después se invierten los papeles.

Hay un hermoso y acogedor restaurante de cerveza (como a mí me gusta), Birrificio Livigno. Tiene su propia fábrica de cerveza. Ellos afirman que es la cerveza que se produce a mayor altitud de Europa. La marca es “1816” – la fábrica de cerveza con mayor altitud sobre el nivel del mar.

Y sí, puedo confirmar que todo el equipo de la fábrica está ubicado dentro del restaurante. Ahora, ¿con qué creen que está administrada esta fábrica? Correcto, con SCADA. Frente a los tanques de acero y las tuberías hay varias unidades de visualización mostrando todo el manejo del proceso de elaboración.

La comida de Livigno fue una sorpresa muy placentera.

Claro que no pude probar todos los restaurantes, pero aquellos que visitamos fueron muy impresionantes. Desafortunadamente, los precios no son parte de la atracción, a pesar del hecho de que Livigno tiene duty free, y los precios en las tiendas (de acuerdo a los italianos que saben) son alrededor de un 50% más bajos.

En fin, basta de negatividad, también hay varias maravillas en este lugar. Por ejemplo, ¡en el restaurante La Tresenda “sirvieron” una llama viva entre el plato principal y el postre! Así es, damas y caballeros, una llama real, “un mamífero de Sudáfrica de la familia de los Camelidae” © Wikipedia. Casi me caigo de la silla…

Resulta que ellos tienen un zoológico entero – en uno de los establos también hay alpacas, caballos, vacas, ovejas y cabras. Definitivamente no hay avestruces: no son adecuadas para tales altitudes, mientras que los animales de montaña de Sudamérica se sienten como en casa.

Y para completar el tema de los Alpes italianos, y en particular Livigno, esta es una foto de un maniquí en la calle, usando una linda playera que dice “Blog”. No tengo idea de quién es y por qué estaba ahí. 🙂

Realmente quería esquiar en Livigno, pero el clima extremo nos alejó de los hoteles alpinos de esquí, hacia las siguientes actividades planeadas.

Está comprobado que no es tarea fácil ir desde los Alpes italianos hasta el aeropuerto más cercano (que resulta ser el de Frankfurt). No hay tráfico de helicópteros (las nubes son muy espesas y bajas, no estábamos planeando viajar en helicóptero), así que la única opción viable fue viajar en coche – ¡570 kilómetros!

El sistema de navegación en el coche sugirió una ruta mientras que Google sugirió otra. Mmmh, parece que Yandex maps servirá de más ayuda. Al parecer, Google no soporta otras opciones que involucren viajar en coche dentro de un tren. ¿o acaso no lo estoy usando correctamente? Ok, una pregunta para la audiencia.

Ya que existe la opción de abordar un tren (y subir el coche a bordo), pasar por un túnel, tomando un muy buen atajo, ¿por qué Google no sabe de su existencia y obstinadamente se niega a entender, mientras que Yandex sí lo entiende?… Ups, lo siento, Yandex tampoco puede verlo. Ambos fallaron. En fin. Primero lo primero.

Siempre es divertido dar un paseo por los Alpes en coche, incluso con mal clima. E incluso si la punta del increíble escenario está cortada por una masa gris por la lluvia o salpica nieve de varios tipos, aun así es hermoso. Hacia donde mires hay panoramas pintorescos – acantilados, montañas con pequeñas cascadas congeladas, árboles cubiertos de nieve, horquillas dobladas a un lado de precipicios. Lagos, acantilados, presas, túneles y puentes…

De la nada, apareció un rebeco en el camino. No estoy seguro si era salvaje o domesticado, pero llevaba un collar:

Después, un conflicto entre navegadores.

La voz femenina integrada en el Mercedes insistía que diéramos una vuelta a la izquierda, mientras que el navegador de Google insistía que siguiéramos de frente. Hubo una pequeña disputa con mi compañero conductor A. Sh., y después decidimos girar a la izquierda. Y lo logramos. Fue una oportunidad única en la vida de subir a un tren en un coche. Sinceramente no sabía que existían tales rutas Alpinas. Pagas 38 francos por el servicio, esperas 20 minutos, manejas hacia el vagón, pones el freno de mano, el tren arranca, y 20 minutos después, atravesando un túnel de 19 kilómetros, te encuentras del otro lado de la montaña, muy cerca del famoso Davos. Así se ve, atravesando Vereinatunnel.

Tuvimos que recorrer 570 kilómetros, los primeros 120 km fueron por un hermoso escenario alpino, y el resto -450km- fueron en la planicie suiza (con un límite de velocidad de 120km/h), Austria (130 km/h) + autopistas alemanas. (en Alemania, hay muchos lugares que no tienen ningún límite de velocidad). Casi todo esto se llevó a cabo bajo una pesada nieve o lluvia gris. Se sentía muy sombrío, incluso en la rápida autopista alemana sin límite de velocidad.

Después nos divertimos un poco, sin embargo, cuando nos acercábamos al aeropuerto de Frankfurt, tuvimos que manejar al hotel Sheraton. Esto resultó más difícil de lo que esperábamos – incluso 2 personas con títulos universitarios (su humilde narrador tiene un título en matemáticas, y mi compañero tiene un título en humanidades) no pudimos descifrarlo. Después de nuestra tercera vuelta alrededor del hotel, decidimos encontrar un camino alterno para llegar J.

¿Quién conoce la manera correcta de llegar a este hotel? Los navegadores y Google Maps no ayudan – ambos se volvieron locos. Intentamos preguntarle al personal local – y tampoco tenían idea. Parece que es un fenómeno topológico muy misterioso.

Y eso es todo de mi viaje en Europa. ¡Permanezcan atentos!