De Corea a Suiza en Turkish Airlines

Vaya vuelo el que tuvimos la otra noche… ¡11 horas en el aire!

Al mirar la ruta de vuelo, empecé a pensar… Me pregunto por qué nuestra trayectoria era tan recta. Si hubiéramos volado por el sur de Siberia, habría sido una ruta más corta y, por lo tanto, más rápida (seguramente unas dos horas). ¿A caso Turkish Airlines no quiere pagar las tasas por sobrevolar Rusia? ¿O es un asunto de geopolítica? Estas reflexiones me hicieron hacerme otras preguntas sobre el tema:

1. En la ruta de Seúl a Estanbul, ¿cuántos kilómetros se podrían ahorrar si se volara por el norte? ¿Cuántos minutos u horas se ahorrarían?
2. ¿Cuánto cuesta la cuota para que un Boeing 777 pase por Rusia, sobre la frontera noroeste con Mongolia y Novorossiysk (por el lado opuesto del Mar Negro hacia Turquía)?
3. ¿Será que todo el tema de geopolítica se basa en “principios”?

¿Conoce alguien las respuestas?

Pero, ¿qué es lo que importa de verdad? Además, volar en línea recta me dio un par de horas extra para leer un poco, así que no me quejé. También pude ver una película y organicé mi correo electrónico. La única desventaja fue que se trató de un vuelo nocturno. Por mi experiencia, sé que esta ruta, del este al oeste, de día ofrece una belleza increíble al mirar por la ventana: desiertos, montañas tibetanas y caucásicas, el Mar Aral, todo digno de ser fotografiado. Pero en lugar de ello, solo había oscuridad y algunas estrellas que se veían de vez en cuando.

El programa de la información del vuelo que había en el avión tenía una nueva interfaz que parecía muy prometedora… durante tres segundos. Resultó ser muy estúpida: no era amable con el usuario y lo principal, el mapa, era casi invisible en el centro, ya que ocupaba menos de un cuarto de la pantalla. En definitiva, fue un fallo.

No me malinterpreten: Turkish es una aerolínea buena, una de las mejores de Europa (el aeropuerto principal desde el que opera se encuentra en la parte europea de la ciudad de Estanbul. Por ello, es sin duda una aerolínea “europea”) :). Aviones modernos, cómodos asientos, en vuelos largos los asientos de primera clase se reclinan completamente en forma de cama, las comidas (raciones) son geniales y el equipo de vuelo siempre están pendientes de hacerte el vuelo lo más agradable posible. ¡Lo respeto por completo! No obstante, lo de la pantalla fue un fallo.

Otra cosa importante que me gusta de esta aerolínea: su estampas de “No molestar” (geniales para la computadora). 🙂

Las estampas en el pasado eran muy primitivas en comparación con:

Pero volviendo al tema del la computadora, mi compañera de confianza durante varios años finalmente se ha jubilado:

Mmmmm, grrr // me pongo el sombrero de viejo gruñón // Hace algunos años, antes de la crisis mundial de 2008, en los aviones, especialmente en clase alta, regalaban cosas coloridas, con un gran aroma, y muy útiles para uno u otro asunto de necesidad higiénica personal. Bien, algunas cosas también eran una basura, pero da igual, ¿no? ¿Y ahora? Prácticamente todo lo que regalan no tiene ningún aroma, son cosas baratas y feas, TOTALMENTE inútiles. Hay algunas excepciones. Las aerolíneas Etihad y Emirates siguen siendo glamurosas y perfectas para el viajero de negocios cansado que está dispuesto a pagar una pequeña fortuna por su propia habitación (incluyendo una ducha de 15 minutos) a bordo de un A-380. [Oh, sí. La ducha es lo mejor: una vez la probé, veamos (¡llevo un registro de todos mis vuelos!), en noviembre del 2013 en Emirates de Dubai a Melbourne.] // me quito el sombrero de viejo gruñón // Tantos mimos ocasionales son la razón por la que no he hecho un Iron Maiden :).

Al fin aterrizamos… en Zúrich.

He estado aquí antes y recuerdo que era un lugar silencioso, tranquilo, estructurado, limpio y ordenado. Los trabajos de reparación no se realizan por el día para no molestar a los peatones ni a los conductores. Lo hacen de noche en su lugar, ¡ASÍ PUEDEN MOLESTAR A LA GENTE QUE INTENTA DORMIR! Se escuchaban ruidos sin parar toda la noche. Estaban reparando el vías del tren o algo así (¡JUSTO AL LADO DE MI VENTANA!) Por fortuna, las ventanas del hotel son muy buenas aislando el ruido, pero no podían hacer nada contra las frecuencias más bajas. Era como dormir al lado de un club nocturno. De nuevo por fortuna, me dormí a pesar del ruido ya que estaba muy cansado después de Seúl y de viaje tan pesado.

Me desperté a las seis y media de la mañana por el clamor de la calle. Después de desayunar, era el momento para un rápido paseo por el centro. El lago sigue ahí, los cisnes y yates continúan como la última vez, moviéndose al estilo suizo: leeentamente.

Los castaños floreciendo…

Los niños navegando en Optimists multicolor. Yo también navegaba con esos botes cuando era niño. Quería montarme y navegar por la calle de los recuerdos, pero había que trabajar…

Y, antes de darme cuenta, estaba de vuelta en Moscú después de haber hecho negocios a una velocidad supersónica…