julio 3, 2014
¿Más allá del bien y del mal?
Hace algunos días, Microsoft anunció su incursión en el servicio de DNS dinámico No-IP, el resultado fue que se secuestraron 22 de sus dominios. El gigante de Redmond declaró que tenía unas razones muy válidas: No-IP contiene todo tipo de malware, deja espacio a los cibercriminales, es el epicentro de los ataques dirigidos, y además, No-IP nunca colabora con nadie para erradicar estos problemas.
Como pasa en la mayoría de los conflictos, cada uno echa la culpa al otro.
En particular, No-IP afirmó que hacen todo con las mejores intenciones y siempre están dispuestos a eliminar las fuentes de ciberataques, mientras que a los clientes no les gustan nada estas incursiones externas y les consideran un ataque ilegal a negocios legales. Ya que se pueden encontrar malware prácticamente en cualquier sitio, la interrupción de un servicio con una orden de un tribunal no es la solución adecuada.