noviembre 10, 2016
Basta. ¡Ya tuve suficiente!
¡Hola, amigos!
Este es David, la magnífica obra maestra esculpida por Miguel Ángel a principios del siglo XVI. Una foto de su cara con ese curioso ceño fruncido aparecía en nuestro primer producto antivirus a principios de los 90. Algunos pensaron que era yo el que aparecía en la foto y sigo sin saber por qué; ¿han visto alguna vez mi cara afeitada… y mi piel blanca como una sábana?
La decisión de que el David apareciera en las cajas no fue al azar: descubrimos que teníamos espíritus afines (a ambos nos subestimaron). KL era una empresa pequeña y joven que apareció de la nada, que retaba a los cibermalhechores en un mercado internacional de seguridad ya establecido; el David era un tipo pequeño que retó al gigante Goliat.