PUNTA ARENAS, NOSTALGIA

¡Hola a todos!

Punta Arenas se sitúa en el extremo sur de Chile, en la orilla del Estrecho de Magallanes y en frente del archipiélago de Tierra de Fuego. En otras palabras, está en medio de la nada, literalmente. Si algún día  decidís viajar a la Antártida, podéis aprovechar para conocer la zona porque los vuelos al continente helado parten de allí.

En realidad, no es la primera vez que estoy en Punta Arenas. Hace cuatro años viajé hasta esta región con un grupo de aventureros de Kaspersky Lab en una ruta hacia el Polo Sur. Volamos hasta este punto en el mapa para reunirnos con un grupo internacional de esquiadoras, cuyo objetivo era esquiar desde Punta Arenas hasta la costa antártica. Además, aprovechamos la aventura para pasar la Nochevieja en el Polo Sur. ¡Nunca olvidaré esa noche! Fue una experiencia increíble. Si queréis conocer más detalles de este viaje, podéis encontrarlos en este archivo que, se los advierto, pesa un poquito (7,5 Mb).

No obstante, esta vez nuestro viaje tenía un objetivo bien distinto, que se los contaré en mis siguientes posts. ¡Por cierto! Quiero informarles que ya no había vuelos disponibles a la Antártida porque la “temporada” finalizó.

Así que, en esta ocasión, el viaje fue más tranquilo. Paseamos por Punta Arenas, disfrutamos de las vistas… Incluso me entró algo de nostalgia, recordando los preparativos de la aventura anterior: nuestra lucha con el transmisor del satélite Iridium Open Port y las esperanzas puestas en que el tiempo nos acompañaría durante el viaje. Después de todos los doleres de cabeza, lo conseguimos y debo admitir que la Antártida es asombrosa. Te deja sin aliento. Un lugar que nadie debería perderse en la vida.

Así que… ¡Sí! ¡Fue una buena idea volver a Punta Arenas!

Tal y como les dije antes, esta ciudad está en el último rincón del planeta. Son necesarias tres horas de avión para llegar hasta allí desde la capital de Chile. Aún así, merece la pena porque la localidad es realmente bonita. A pesar de estar en el fin del mundo, tiene mucha vida y las casas están bien conservadas, las calles limpias y las aceras bien pavimentadas. Además, la comida no está nada mal y las porciones son enormes. El único fallo es el lío de cables entre los postes telegráficos… pero si queréis, poder ignorar este pequeño detalle.

¡Un Lada! No me esperaba encontrarme uno en estas latitudes. Desde Tolyatti hasta este recóndito lugar. ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Cómo podrán reparar y sustituir las piezas?

Esta época del año es el principio del otoño en el hemisferio sur (como si fuera septiembre en el hemisferio norte). Punta Arenas se sitúa cerca del paralelo sur 53, el equivalente a Londres en el norte. Si estáis pensando que el tiempo es suave y templado… ¡Error! Al estar tan cerca de la Antártida y rodeada de gélidos océanos, hace que el viento sea más frío que en la mismísima capital británica. ¡Ah se me olvidaba! Punta Arenas está diametralmente opuesta a la localidad de Irkutsk, en Siberia (Rusia).

Los paseos por la orilla del mar son una maravilla, junto al océano y viendo cómo navegan los barcos por el estrecho que lleva el nombre del marino Fernando de Magallanes.

¡Esto es todo por hoy! Voy a darme un paseo hasta la orilla para seguir disfrutando de estas vistas.

Si queréis ver más fotografías de Punta Arenas, las encontraréis en mi cuenta de Flickr.

¡Hasta la vista!

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