Un Gran Volcán En Una Gran Isla

Las islas Hawái están formadas por una cadena de varios volcanes. Algunos están extintos, pero varios de ellos están activos, por lo que existen bastantes manifestaciones de diferentes actividades volcánicas: cráteres, calderascorrientes de lavasalidas de vapores sulfúricos y otras características naturales del subsuelo. Sin embargo, lo que es bastante curioso es que, hasta el momento, no se ha encontrado ningún géiser, ni fuentes termales… Esto es raro, dada la cantidad de precipitaciones y la gran cantidad de ríos que se pueden encontrar. Debería haber algunas fuentes por aquí. Pero no las hay.

El origen geológico de Hawái es absolutamente único.

Por debajo de las islas hay una  parte muy caliente del manto terrestre. Se trata de un hueco en la parte superior del manto a través del cual sale magma ardiente. La situación del agujero cambia como consecuencia de las actividades de la placa tectónica, que cambia su posición a lo largo del tiempo. Ésta pareciera como si “flotara” lentamente sobre el manto. Por esta razón, el agujero se mueve progresivamente – desde hace millones de años – con relación a la placa y las islas que están sobre ella. Es decir, las islas gradualmente se alejan de la bolsa de magma. Volcanes que estuvieron activos durante millones de años también se extinguieron. Las antiguas islas volcánicas se erosionaron gradualmente y, debido a que la lava encuentra nuevas maneras de emerger, aparecen nuevas islas.

En otras palabras, esta cadena de islas hawaianas es el resultado del movimiento de la corteza terrestre con respecto a una bolsa de magma caliente (el “hueco”) en el manto terrestre. Bueno, hasta aquí llegamos con la clase de vulcanología de hoy.

La Isla Mayor es la más activa actualmente, las erupciones ocurren casi continuamente. La lava fluye, se desliza hacia el océano y, a raíz de esto, el área de la isla se expande. Sin embargo, en más o menos un millón de años, la actividad volcánica llegará a su fin, ya que la isla se alejará progresivamente del punto caliente. En su lugar, aparecerá una nueva isla volcánica, en algún lugar al sur-este de la Isla Mayor.

Como ya se sabe, muchas veces los volcanes crecen tanto hacia arriba como hacia los lados. A veces, crecen a una escala impresionante. Los dos volcanes locales – Mauna Loa (activo) y Mauna Kea (inactivo) – que, a decir verdad, no parecen muy altos – ambos tienen alrededor de 4.200 metros de altura, ¡pero se han formado desde el fondo del mar!

Así que, si añadimos la profundidad del mar, que es alrededor de 5.000 metros, ¡entonces cada uno de los Maunas está en el rango de 9.000 metros de altura! Bastante asombroso…

Pero todavía hay otro factor importante.

Las imágenes informativas de vulcanología en el parque nacional local afirman que, debido al peso de los volcanes, la corteza terrestre se hundió. Por lo tanto, la altura del volcán debería calcularse a partir de la profundidad de la corteza hundida. Los expertos estiman que el hundimiento es de 8.000 metros, por lo que la altura total de los volcanes es de ¡17 mil metros!

Esto no lo digo yo – lo dicen los dibujos informativos. Si esto es cierto, entonces los Mauna Loa-Kea no son sólo el volcanes más altos, sino también las montañas más altas de la Tierra. La mayor parte está bajo el agua. Lo que nosotros vemos son solamente los picos.

Este es el resultado de la erupción y los campos de lava de 1969-1974. Los habitantes ya han construido una carretera que lleva hasta aquí.

Esta lava vino de la erupción que empezó en 1992 y que continúa hasta hoy en día. Una carretera “inundada” con lava solidificada. Una señal de “Carretera Cortada” saliendo de la lava solida. Un pequeño apocalípsis.

En total, la lava se comió casi 10 km de la carretera. Me hubiera gustado llegar al otro lado del campo de lava. Fue una buena excursión de un día. Aunque tuvimos que tener en cuenta la falta completa de agua, y que los campos de lava no son exactamente planos, ni una carretera asfaltada ni una pista en el bosque.

Lo que NO me gustó.

Había demasiada seguridad. Carreteras cortadas, señales de prohibido pasar, guardabosques asegurándose de que se respeten las normas…

¡No entrar! ¡Peligros volcánicos! ¡Área cerrada! ¿Qué pasaría si te tropiezas/caes/ahogas con los gases? No te dejan acercarte a un cráter activo. Aquellos que realmente quieren ver el interior de un volcán activo tendrán que ir a Kamchatka – allí sí es posible…

Un camino cerrado al Kilauea, un cráter activo. Puedes seguir caminando o hacer un viaje en bici de un kilometro en dirección del cráter, pero después está completamente cerrado. No tengo ni idea si hay algún hueco en la seguridad para evitar los cordones y los guardias.

Ahora las cosas positivas:

¡El pico de Mauna Kea es maravilloso! Parece estar tan cerca. A sólo una hora y media (en auto) de nuestra cálida playa tropical. Pero, cuando subes a una altura de 4 kilómetros sientes el frío, el viento, la nieve y el hielo eterno. Recomiendo gorros y guantes.

Estuvimos allí cuando se puso el sol. La próxima vez me gustaría ver la salida del sol. La misma excursión en un día despejado y sin viento ni nubes también estaría bien.

En la cima de la montaña puedes ver uno de los telescopios ópticos más grandes del mundo. Busqué en Google ‘los telescopios más grandes’. ¡Resultó ser muy informativo! Algo de lectura muy interesante de tarea :).

Y, por fin, la experiencia más inolvidable que he tenido en la isla – una excursión a a ver corrientes de lava de verdad.

La compañía de tours lo describió como “una caminata fácil de 2 millas, sin escaladas, pero con algunos charcos y pantanos. Prepárate”. En realidad, resultó ser un verdadero desastre hawaiano.

Todo estaba bien cuando empezamos. Nos recogieron en el hotel a las 7 de la mañana y nos llevaron a un área de selva “ligera”, donde caminamos un poco y nos ofrecieron desayuno y café local, (las semillas de café en sí no son malas, pero cuanto menos se diga del “mejor café de la isla”, mejor). Más tarde llegamos a una cascada maravillosa. Era realmente hermosa. Un salto de 135 metros, muy hawaiano.

Por la tarde llegamos por fin a ver la lava. Se trataba de una erupción continua que comenzó en 1992. Lo mejor es ver la lava por la noche, cuando resplandece. Durante el día es de color amarillo y gris y apenas es visible. Es por eso que nuestro objetivo era llegar a la puesta del sol, para ver la lava a la luz del día y luego, en la oscuridad, seguido por una vuelta rápida al autobús para estar de vuelta en el hotel a medianoche. Sí, claro. ¡Los mejores planes y todo eso!

Con el fin de echar un vistazo a esta piedra líquida tuvimos que caminar 10 kilómetros (5 kilómetros en cada dirección) chapoteando por el barro, subiendo rocas mojadas y resbalosas en un bosque tropical y, de vez en cuando, cayendo a través de las grietas y agujeros de las antiguas capas de lava.

Nuestro guía-guarda explicó que hay “barro bueno y barro malo”. El barro bueno es el que tiene un fondo. Bueno, lo vivimos en abundancia. Además, este barro resultó ser de una muy alta calidad. Después del segundo lavado, las manchas de barro en mis vaqueros se volvieron un poco más claras, pero nunca se fueron por completo. ¡”Una caminata fácil”, dijeron! ¡Más bien fue un baño de barro!

La ida nos llevó 3 horas de chapotear por el barro y trepar por formaciones de lava; la vuelta duró 3 horas y media en la oscuridad, e incluso se apagó la linterna de una persona. Y tuvimos que esperar 2 horas más para que llegasen los rezagados.

Pasamos unas 4 horas alrededor de la lava. Simplemente no podíamos irnos. Volvimos al hotel a las 6:30 de la mañana, pero la vista de la lava fluyendo valió la pena. Al menos una vez en tu vida tienes que verla, pincharla con un palito, encender un cigarro… ¡Un espectáculo impresionante!

Y algunas otras fotos interesantes para terminar.

Árboles en medio de la lava volcánica. Ni idea por qué están ahí:

¿Un árbol de Navidad?

Simplemente “Bebe y Conduce”:

Esto es todo por hoy,

¡Hasta luego!

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