Las Maravillas Del Volcán TyaTya

El volcan Tyatya de Kunashir es sin duda uno de los volcanes más hermosos del mundo. Si Atsonupuri es el Aston Martin de los volcanes, Tyatya es un Rolls Royce.

Tyatya posee una forma cónica casi perfecta, con un pico cortado. Desde la vieja y larga caldera emergen otros 300 metros de un cono nuevo.

Si tienes suerte con el clima, es posible ver el volcán completo y, según me dijeron, la vista es fantástica. Lamentablemente, sólo pudimos apreciarlo de noche. Sin embargo, cuando lo ves, esta tan bello que te puedes quedar mirándolo por años, más allá de las inclemencias del tiempo.

Nosotros tuvimos suerte –o algo así- En la cumbre, el sol estaba radiante sobre nosotros. Era muy agradable y en el cielo no había una sola nube que pudiera estropear las cosas. Pero, hacia abajo, se veía una densa niebla que envolvía el océano, así que lo único que pudimos ver fue la cumbre del volcán Ruryui, el vecino de al lado y, creo, que también vimos el volcán Berutarube en la isla Iturup.

A decir verdad, nadie puede quejarse del clima en general. A lo largo de toda la expedición en Kurils, de norte a sur, las condiciones climáticas fueron muy amables con nosotros, comparado con lo que nos dijeron que sucede normalmente. Después de todo, los días soleados en esta parte del mundo son contados con los dedos de una mano.

El volcán Tyatya se alza a 1819 metros por encima del nivel del mar (en realidad, un poco menos dado que el cráter colapsó un poco en las últimas décadas). Llevaría años escalarlo a pie. La forma más divertida de recorrerlo es en cuatriciclo.

Los lugartenientes nos contaros que en el pasado era necesario atravesar varios kilómetros de espeso bambú durante el recorrido. Ahora las cosas son mucho más sencillas, desde la costa hasta la base del volcán los cuatriciclos han marcado un camino bastante fácil de transitar.

Luego de horas de un ascenso acrobático por un río de lava solidificada, finalmente llegamos a la parte sur del cono. Y Allí…

Cuando crees que has llegado al borde del crater, todavía queda un largo trecho por recorrer. La verdadera cima está a 200 metros en sentido antihorario. Mmm el viento sopla. Un humo blanco aparece. El piso está resvaladizo debajo de nuestras botas. Excelente! Al menos puedes gritar con todas tus fuerzas y escuchar el eco volcánico.

En la ladera oeste pueden verse los restos de un helicóptero Mi-8, que se estrelló en 1983. Lamentablemente nadie sobrevivió a esa triste tragedia.

En el camino de vuelta tuvimos que agilizar el ritmo ya que pasamos muy tiempo admirando el cráter del volcán. Tuvimos que volver al barco y salir disparando a Yuzhno-Kurilsk, donde un agradable y acogedor hotel nos estaba esperando. Pero a pesar de nuestra prisa, no logramos llegar al barco a tiempo. Cuando acaba el día de trabajo, los guardias de fronteras desaparecen y no se puede cruzar la frontera. Así que, para el deleite de todos, nos vimos obligados a pasar otra noche a bordo del ‘Atenas’ ;).