mayo 15, 2015
Un Lugar Junto al Mar
“Aunque hayas nacido en un imperio, es mejor
vivir en un lugar remoto junto al mar.”
Joseph Brodsky, Cartas a un amigo romano
Espero que estén bien, mis queridos lectores. He estado fuera unos días. Durante mis vacaciones de mayo tuve suerte y pasé tres días en la zona más occidental de Rusia: la ciudad de Kaliningrado, la antigua ciudad del este de Prusia llamada Königsberg. Sin embargo, no me gusta ni el sonido ni la connotación de la palabra Kalinin, simplemente llamaré al sitio Königsgrad.
El viejo Brodsky tenía razón. Él decía que: “es mejor vivir en un lugar remoto junto al mar”. He quitado la palabra remoto así como Königsgrad – que fue dónde escribió estas palabras – ya que es difícil usar esta palabra en un mundo actual completamente conectado gracias a los aviones, los trenes, los automóviles, les comunicaciones y todo lo demás.
Analizando el lugar, lo que suelo hacer antes de un viaje, introduje ‘MOW-KGD’ (todos los aeropuertos de Moscú y el aeropuerto local de Khrabrovo) en el buscador. Resulta que hay al menos 11 vuelos por día que hacen esta ruta. Mmmm, me pregunto cuántos habrá de Boston a Nueva York. Hay más de 33, el triple. De Kuala Lumpur a Singapur más de 38, de Pekín a Shanghái más de 49 al día, de Tokio a Osaka más de 57… continuaría con estás comparaciones curiosas, pero más de 11 al día en una región que solo tiene un millón de habitantes no está mal.
Así que, Brodsky y Königsgrad…
Según varias expertos en Brodsky, su Postal desde Ciudad K y muchos de sus otros trabajos fueron escritos aquí, bajo la influencia del clima favorable y otros aspectos positivos del sitio. Es posible que ‘Cartas a un amigo romano’ también se escribiera aquí.
Svetlogorsk. Bonito nombre, bonito lugar:
Después de haber estado allí personalmente, tengo que decir que Brodsky tenía razón: Königsgrad y sus alrededores es un lugar especial en el mundo. No tiene un clima demasiado severo, tiene una brisa marina fresca y limpia (un viento del noroeste que proviene del Báltico), una naturaleza placentera, y el Istmo de Curlandia por encima de todo, simplemente increíble. Luego hay atractivo natural, las impresionantes puestas de sol. Las carreteras son anchas, nuevas y decentes… ¡no me quería ir!
En tres días no pudimos ver mucho ya que estábamos atascados; éstas son las cosas más representativas que vimos.
Lesnoy: una pequeña población del Istmo de Curlandia. Nos dirigimos directamente hasta aquí desde el aeropuerto, contemplando las fantásticas dunas de arena seguido de un abundante y exquisito almuerzo. Nuestros compañeros de Kaspersky Lab que viven aquí nos explicaron cómo el sabor de la comida se ve afectada por el tiempo y el aire, que cuando estuvimos era un día ventoso aunque soleado, y salado, respectivamente. A lo mejor la teoría es cierta: era deliciosa, no requería añadirle sal y era tan fresca como la vegetación de los alrededores.
Esta es la puesta de sol desde Svetlogorsk. ¡Impresionante!
Seguidamente: un paseo en barco por la Laguna del Vístula. Increíbles vistas a un lado y a otro que nunca aburrían: algunas hechas por la naturaleza, otras hechas por el hombre. Por ejemplo: el gran puerto marítimo densamente lleno de grúas. Aquí también se han construido barcos de guerra (para la marina india). Luego vimos lo opuesto, una verdadera reserva natural. Y más tarde vimos más cosas hechas por el hombre: plantas de fabricación. Luego más naturaleza: cisnes y otras aves. Interesante; ninguno parece afectar a los otros. Y de algún modo todo es bastante ordenado.
Este es el buque de guerra ‘Nastoiychivi’ (Persistente). Viejo, pero para que una pieza de la ingeniería miliar sea más convincente debería:
Cualquier cosa que esté a bordo que sea de bronce o cobre está debidamente pulida para que reluzca.
¡El buque funciona con un motor de vapor! Desconozco el motivo por el cual no utilizan el diésel. Probablemente tenga que ver con la fiabilidad, la facilidad de uso y el ahorro.
El siguiente destino fue el sauna. No hay fotos, ¡y tampoco las esperes! Sólo conseguiríamos más conspiraciones :). Solo diré que el sauna de Königsgrad estaba muy bien.
Ahora unas palabras más sobre el Istmo de Curlandia. Los sitios más obvios para ver la arena, la fauna y la vegetación son las cimas Efa y Muller. Sin embargo, ambas son sitios turísticos. El verdadero investigador va donde las arenas son más salvajes y con menos Photoshop – a aquellos lugares más parecidos a Marte donde los vientos son tempestuosos.
Hay un sitio llamado ‘Dancing Forest’. Y puedes ver por qué. Entre los pinos más rectos, también están los deformados que hacen un baile de brujas o algo similar. Nadie puede explicar el fenómeno de manera creíble: ¡es un misterio! Aunque hay algo extrañamente atractivo sobre esto. ¡Estoy buscando los más retorcidos!
Tenemos un observatorio ornitológico realmente antiguo establecido en el 1901:
A los niños pequeños les encanta: la arena, el bosque… ¡y los jabalíes en el arcén, resoplando, rugiendo y gruñendo!
Fort No. 5 (Fuerte Nº5). Grande, militarista, robusto, reforzado. Impresionante: tanto la calidad de las fortificaciones como la previsión que entró en las comunicaciones. La antigua ventilación alemana sigue funcionando – al respirar profundo dentro de este lugar es como hacerlo al aire libre, y no hay olor a humedad hasta que estás en las partes más profundas. Puedes leer acerca de la larga y rica historia del lugar en Internet. Es demasiado larga para este post.
El Mushkino Safari Park: lo llamaría un parque rural más que un safari. Campos, granjas de animales, caminos, y distintos edificios de granja convertidos en salas de estar y salones de recreo. Todo reconstruido, reparado, pintado y pulido. En buen estado. La comida es deliciosa y hay muchos caminos que recorrer alrededor. Para los niños hay un patio del que es difícil sacarlos niños para que se tomen el postre. Y para los padres hay las actividades de tiro al plato, pesca y alimentar a las lamas y los ciervos. ¡Qué bonito!
El símbolo de K-grad: la Catedral de Königsberg. Los rituales se llevan a cabo junto a la tumba de Immanuel Kant, que fue un tema de Rusia durante unos años, ¡por si no lo sabías!
Bueno, es hora de regresar a Moscú. Aunque no quiera. Después de todo, “es mejor vivir en un lugar remoto junto al mar” :).