julio 16, 2015
CÓMO AYUDAR A LA CRÍA DE SALMONES
Existen todo tipo de fenómenos inusuales en el mundo, tanto naturales como provocados por el hombre.
A veces, son agradables y no causan daño alguno, como las cascadas horizontales de Kimberley en Australia, la presa Itaipu Dam fabricada por el hombre, o las impresionantes puestas de sol en Santorini.
Otras veces, son terriblemente monstruosos y destructivos, como los volcanes en erupción, los terremotos y los tsunamis.
Ahí está la simetría estática de montañas y volcanes; el movimiento lento y constante de formas como las placas tectónicas, los glaciares y las capas de nieve; y los fenómenos impredecibles, graves e inevitables como las avalanchas o los cataclismos. También hay inundaciones que vienen y van de forma intermitente y regular. Nos encontramos con inundaciones cuando a los dioses se les olvida cerrar la llave al bañarse. Por lo tanto, el hombre debe intervenir. No podemos evitar que se olviden y en consecuencia debemos diseñar y construir grandes instalaciones para protegernos, drenar el exceso de agua que pueden causar las inundaciones y compensar este despiste.
Un lugar donde este despiste celestial ocurre bastante a menudo es la zona europea de Rusia. Justo al lado del golfo de Finlandia, en concreto, alrededor del delta del río Neva. Y desafortunadamente, San Petersburgo está justo ahí. Una ciudad conocida por su heroísmo, sus victorias, su patrimonio cultural imperial y por desgracia también por las catástrofes a consecuencia del agua. De esto último ya tuvo más que suficiente. Para los que estén interesados: aquí.
¿Aún estás interesado? Pues lee “El jinete de bronce”. Es genial. Puedes descargarlo aquí.
Esta es la versión corta:
Lógicamente, los habitantes de San Petersburgo tenían que hacer algo con las inundaciones. Y lo hicieron. Ya había oído hablar de ello pero fue hace poco cuando conseguí verlo en primera persona: alrededor de San Petersburgo existe una enorme presa para proteger la ciudad de las inundaciones. Gracias a Dios, las poéticas descripciones de Pushkin sobre las inundaciones son cosa del pasado, ¡ya era hora!
Resulta que los técnicos y diseñadores de esta fantástica obra de ingeniería se burlan de la palabra “presa”. Prefieren llamarlo: “complejo de instalaciones de protección contra las inundaciones”. Es bastante complicado, pero ya que insisten, ¿quién soy yo para cuestionarlos?
Ahora un poco de información técnica:
Hacía falta una construcción que dejara pasar una cantidad razonable de agua a través del golfo de Finlandia hacía Neva, para que cuando vinieran grandes olas potencialmente catastróficas desde el Mar Báltico, se creara una barrera que evitara la inundación de la ciudad. Además, tenía que ser capaz de dejar pasar a los barcos a diario y no impactar en el ecosistema marino de la zona.
La idea de construir una presa surgió por primera vez en el siglo XIX, pero no se empezó a construir hasta 1979 (más detalles aquí). Entonces llegó el comunismo y a finales de 1980 la construcción se paralizó. Después llegó la década del año 2.000 y el proyecto resucitó, completándose en 2011; ¡Consiguieron algo realmente fantástico!
Traté de encontrar otras presas similares en Internet pero no llegué muy lejos. Todas son mucho más pequeñas. Hay una en Londres, una en Holanda otra en el Elbe… Pero todas son enanas comparadas con la presa rusa que mide la friolera de 25 kilómetros. Estaba impresionado.
Hay una construcción anti inundación similar, la que están construyendo en Nueva Orleans. Cuando esté acabada será más grande, pero de momento ¡la de San Petersburgo es la número 1!
Para el común de los mortales que visita la construcción, es simplemente una carretera de 25 kilómetros de longitud que atraviesa el Golfo de Finlandia de lado a lado, similar a la de Miami Vice que conecta Miami con los Cayos (que es mucho más larga pero no es una instalación anti inundaciones). Asfalto liso, señales y marcas bien colocadas, caminos de entrada y salida…: precioso.
Pero si la misma persona entrara dentro se sorprendería de todo el sistema impresionante de ingeniería que tiene. A lo largo de la presa hay incontables canales que permiten el paso del agua de Neva y que en caso de que se produzca un fuerte aumento de las aguas del Báltico se tapan con estas persianas:
Como comentaba antes, los barcos transatlánticos pueden pasar a través de la presa por una de las dos secciones. La del norte es un canal de 100 metros que en caso de inundación inminente se cierra con la que probablemente es la puerta de metal más grande del mundo y que normalmente se encuentra a 7 metros bajo el agua. Sobre el canal hay un puente que se abre hacia arriba (tras parar el tráfico) para dejar paso a los barcos ¡Por Dios!
La sección de acceso de la zona sur es muy similar a la primera ¡Solo que más grande!
Mide 200 metros de ancho y 16 de profundidad. En caso de amenaza de inundación se cierra el paso con dos persianas flotantes que después se sumergen. Cuando el peligro de inundación ha pasado, se bombea el agua fuera de las persianas, estas resurgen, se dividen, vuelven a su sitio y ¡voilá! El agua del Neva puede pasar, se protege el ecosistema y los barcos entran y salen libremente.
Y en vez de hacer un puente de carretera construyeron en su lugar un túnel de seis carriles a una profundidad de casi 30 metros.
Las medidas de la construcción son asombrosas.
Y estos son los barcos calientes…
Para mi visión de no iniciado, los postigos parecen un submarino. Aun así, apuesto a que la tecnología de bombeo anti inundación es muy similar a la de los submarinos.
Para colocar las contraventanas en su posición correcta de funcionamiento se utiliza un tren eléctrico blindado especial con una gran barra/un gran raíl. Aquí está:
En definitiva: se trata de una construcción tecnológica monumental única: si te interesa la tecnología y aprecias las obras de ingeniería arriesgadas, este viaje de un día de duración es perfecto para ti. Sencillamente genial.
PD: nos pidieron que no hiciéramos fotos del SCADA que utilizan. Pero no se preocupen, en caso de emergencia se puede apagar y controlar la presa manualmente.
El resto de fotos las pueden ver aquí.
¡Hasta pronto amigos!
¡Un momento!
Los lectores más atentos se estarán preguntando: ‘¿pero cómo ayuda esto a la cría de salmones?’ como bien decía en el título.
Pues bien, parecía que la construcción de la presa de San Petersburgo iba a tener un impacto en el apareamiento de los salmones de la zona, ya que necesitan moverse mucho para reproducirse y había mucha gente preocupada. En base a esta preocupación, se diseñó y construyó la presa teniendo en cuenta las necesidades de apareamiento estacionales de los salmones, para que no les afectara y al final, incluso, se mejoró el proceso vital para la supervivencia de la especie.
Ahí tienen la respuesta: ¿Cómo ayudar a criar salmones? ¡Construyendo una presa!