octubre 1, 2015
Kamchatka 2015- Si logras caminar con osos
Sí eres el único que confía en sí mismo cuando todos los demás dudan de ti, y te encuentras en la orilla del Lago Kurile, y los guías turísticos te dicen: “acércate a la orilla del río”, asegúrate de decir que sí y ¡dirígete ahí! Lo que obtendrás será adrenalina pura, placer y emociones. ¿Por qué? Por… todos los osos. Y no solo unos cuantos, sino un puñado de ellos.
¡No! ¡Esperen! No es solo un grupo de osos sino varios grupos: el lugar está repleto de osos pardos.
La maleza tan pisoteada y aplastada… esto es por lo que los osos son tan conocidos “en el bosque”. Encontrando a tu paso trozos de pescado pudriéndose y esparcidos por todas partes, los árboles con toda su corteza arañada por las garras de los pies… = ¡territorio de osos!
El hedor a pescado podrido se superpone al resto de pensamientos y emociones – incluyendo el miedo: útil, si uno es un poco imprudente…
¡Ellos solo quieren peces! Este de aquí casi se ahoga en el río rápido, pero otro valiente oso nadó hacia él y ¡lo salvó! Aquí están juntos – el salvado y el salvador, posando para el retrato perfecto de “el oso y el pescado”.
Por cierto, la orilla del río en medio del campo no está tan lejos: se puede ver en la esquina superior derecha de la foto de abajo. De todos modos, estuvimos taaaan aliviados cuando volvimos al campamento – sanos y salvos.
Estuvimos cerca de darnos por vencidos al llegar a la mitad del camino hacia la orilla del río, tal vez nos acostumbramos al hedor de los peces, las emociones, como el temor, comenzaron a filtrarse y nos sentimos conscientes del hecho de que había osos por TODAS PARTES. Algunos estaban durmiendo en los arbustos por los que atravesábamos. Los que se despertaban, daban un rugido y luego galopaban a lo lejos (¡Fiuf!).
Cuando finalmente llegamos a la extraña colina de arena, realmente no nos podía importar menos. Lo único que parecía importarnos eran los osos: ¿Dónde están? ¿Tienen hambre? ¿Están enojados? Etc., etc.
Después de este respiro tan esperado en la rareza de arena, volvimos al campamento – ¡a marcha rápida!
En resumen, un paseo corto pasándola muy mal. Uno de los más estresantes en el que jamás he estado. Y uno de los más inolvidables.
Todas las fotografías de An-Kam 2015 están aquí.
¡Hasta pronto amigos!