EN LA CONEXIÓN DEL AEROPUERTO SVO EN MOSCÚ

¡Al fin, lo logré!

Hace unos días tuve mi primer vuelo de conexión en Moscú. Estaba volando de Génova a Beijing vía SVO (por cierto, el de Moscú a Beijing fue mi vuelo número 99 este año, lo que significa que uno después, hacia Tokio, ¡fue mi número 100!).

¿Algo no suena bien ahí verdad? Déjenme repetirlo: vía SVO.

Antes que nada, el hallazgo principal: hacer una conexión en Moscú es algo fácil y sencillo, casi imperceptible. Lo principal, al menos para un habitante de Moscú, es apagar el piloto automático para no dirigirte automáticamente hacia la zona de control de pasaportes, sino a “Transferencia Internacional”. Luego hay que pasar una breve revisión con rayos x y 30 segundos después, ya estás en la zona neutral, entre las puertas de embarque y las tiendas “duty free”.

Bueno, fue fácil y sorprendentemente fluido. ¡Y eso a pesar de todas las insuficiencias de la Terminal F, antes conocida como SVO 2!

La Terminal F/ SVO-2 es muy antigua (fue construida especialmente para los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980), bastante estrecha e incómoda para el usuario. Por todos lados hay una especie de penumbra grisácea. No existe comparación alguna entre este lugar y las plataformas aeroportuarias intercontinentales como las de Munich, Heathrow 5 o Zurich, y mucho menos con las relucientes terminales de Dubai, Hong Kong, Narita, BCIA, KLIA o Changi. Bueno, tal vez podrías compararlas, pero sería como comparar picadillo con motocicletas… No hay punto de comparación :).

Bueno, pero no todo es perdición y oscuridad. Ahora ya se puede pasear sobre las terminales D y E, donde la atmósfera es totalmente diferente.

A pesar de las insuficiencias de la Terminal F, Moscú se está volviendo más y más popular como plataforma de conexión para los vuelos entre Europa y Asia.

Colegas europeos me cuentan que la tendencia es volar al sudeste de Asia vía Moscú y no protestan por ello en absoluto. En realidad solo hay una queja: lamentan que no exista la posibilidad de hacer parada un día o dos en Moscú sin visa. Algo completamente entendible, ¿a quién no le gustaría hacer un viaje rápido a la Plaza Roja/ San Basilio/El Kremlin (todo convenientemente ubicado en el mismo lugar), o una noche en los azulejos que forman parte de la famosa escena nocturna de Moscú? Todo sin necesidad de la molesta visa. A ellos les encantaría algo como una visita a Islandia, pero en Moscú.

A propósito, en China los pasajeros tienen 72 horas en las cuales pueden permanecer en el país sin necesidad de tener una visa (y basta sólo con llevar una tarjeta encima que diga “volará pronto”). Esto no solo hace que los turistas vuelvan al aeropuerto del que acaban de aterrizar, sino que acaparen los aviones domésticos para llegar a tal o cual ciudad en China para hacer turismo exprés en una localización determinada .

Me dio tanta curiosidad el asunto de la conexión Europa-Moscú-Asia que investigué un poco… ¿dónde si no en la red?

Veamos, ¡ajá! ¡sí! Por ejemplo, el 20 de noviembre el mismo vuelo vía Moscú es la mejor opción para llegar a Beijing desde Génova, en términos de tiempo. Y como el vuelo más barato implica una conexión de 11 o más horas en Doha, podemos considerar el vuelo de Aeroflot como el más práctico.

Veamos otros días…

Los vuelos directos y sin escalas en los aviones chinos o suizos (los cuales vuelan 3 veces a la semana, pero ninguno en el día que necesitaba volar), son 3 horas más rápidos que los vuelos de Aeroflot, pero $300 más caros (en clase económica). Las otras opciones eran mucho más caras o la conexión tomaba mucho más que 3 horas.

Entonces, ¿qué tal en otra dirección? Mmmmm, nada bien. La conexión más corta es de 4 horas. Es demasiado.

Bien, un último intento…

Intentemos… Madrid-Tokio, ¡Oh! Una vez más Aeroflot es el líder con un precio competitivo y una conexión rápida. ¿Qué tal la bonita Shangai? La conexión con Moscú no es muy atractiva: más cara que la suiza. ¿Múnich-Hong Kong? Si, otra vez Aeroflot con la mejor oferta:

Es una pena que SVO no se pueda comparar con los otros aeropuertos principales. Esto es lo que le hace falta a los pasajeros en tránsito en Moscú:

1. Sobre todo: espacio. Un poco de espacio para caminar es importante después de un vuelo. Incluso todas las terminales juntas en Sheremetyevo ofrecen muy poco espacio. Además, no hay áreas de juego para niños. En otros centros ¡hay auténticos parques de ocio!
2. Salas o espacios silenciosos. Estas salas no existen en SVO. Y eso significa, por supuesto, que no hay extravagancias como cabinas para tomar una siesta
3. Una buena selección de alimentos. En lo que respecta a la oferta culinaria, es regular. Me doy cuenta que lo que a unos cura a otros mata, pero, debería haber al menos una cantidad razonable de opciones para elegir.
4. Instalaciones para lavar y ducharse. En SVO no hay ni una, ni siquiera en las salas de espera business class. Y algunas veces, realmente necesitas una ducha, especialmente después de un vuelo, y más si el trayecto al aeropuerto anterior fue muy largo.
5. Salas VIP más espaciosas. Las que tiene SVO normalmente están llenas y además la oferta culinaria es muy pobre.En breve, SVO: podría ser mejor, “Calificación F”, “Clase económica”, “2 estrellas”.Por suerte, apenas nos dimos cuenta de todas las deficiencias del aeropuerto. Aterrizamos y antes de que pudiéramos decir “¡Bienvenidos a Moscú!”, ya estábamos volando hacia nuestro próximo destino.

Ok, he hablado bastante del SVO en este post. Sin embargo, mirando el lado positivo, al menos ahora después de mi informe, sabemos exactamente cómo mejorar las cosas en el prometedor punto de encuentro del aeropuerto de Moscú.

PD: Esta calificación de aeropuertos se ve bastante precisa.

Adiós por ahora, amigos. ¡Regreso muy pronto!