junio 30, 2016
Jugando Snooker con el Campeón.
Considero que el snooker es el más… progresivo de los deportes de billar. También es el más divertido de jugar y mirar. Para ser un gran jugador se necesita compostura, precisión de rifle, y pensamiento estratégico. ¿No conocen las reglas? Aquí están.
Como les conté ayer, recientemente estuvimos en Riga Masters, y tuve el honor de entregarle el premio al ganador:
El inicio de la final…
Fiuf, fue una final reñida. ¡Duró más de 3 horas! Algunas veces los partidos duran mucho, como este, ya que las reglas dicen que el ganador debe ganar 5 cuadros. Los primeros cuadros duraron alrededor de 40 minutos cada uno, que es mucho tiempo para el snooker. Los jugadores eran como acróbatas que caminan en la cuerda floja. Manejando su peso cuidadosamente en cada movimiento, manteniendo el balance, evitando movimientos bruscos. Fue un partido largo, pero fue genial – mientras mas largo, mejor, como una novela de suspenso o una película que no quieres que termine.
¡Y aquí está Johnny! Quise decir, Neil. Neil Robertson – el relajado, y tranquilo campeón de snooker sniper. ¡Felicidades!
¡La mejor parte para mi fue jugar un cuadro con Neil! Él me ganó muy fácilmente. Pero la intención es lo que cuenta, ¿no?
Me pregunto si él jugó en un nivel menor para no exhibirme. Como los padres que se dejan vencer por sus hijitos en algún juego
¡Bayeta verde!
…Ah, es mi turno de nuevo. Peleé como todo un tigre
Y gracias a mi valiente intento, ¡me regalaron una bola autografiada!
Algo que no sabía antes de venir es que una mesa profesional de snooker pesa ¡alrededor de dos toneladas! También es un gran ejemplo de cómo las tecnologías modernas y tradicionales pueden convivir en un mismo deporte. La cama debajo del paño está hecha de pizarra de cantera, pero la mesa también tiene un elemento de calefacción – para secar el paño si está muy húmedo.
Me sorprendió atestiguar como les toma solamente media hora desmantelar una mesa así. ¿Dos toneladas? Pensarías que sería necesario equipo para levantarlo, pero no. ¡Qué extraño!
Eso es todo desde Riga, amigos. Vuelvo mañana desde… ¡Tenerife!
