Rockeando en el KasBar.

¡Aaah, julio! Siempre hay muchísimas cosas en proceso en el campamento de KL antes de la pausa de agosto, cuando muchas personas salen de vacaciones – ¡incluyéndome a mi! Ya tuvimos nuestra fiesta de cumpleaños, ahora están sucediendo muchas cosas en la parte corporativa, un asunto que no voy a tocar hoy. Y aquí está el último evento de julio: la inauguración -¡finalmente! – ¡de el restaurante corporativo en nuestro cuartel general! Su nombre es BarKas. Sí, el “bar” de “Kaspersky”. Decidimos llamarle “bar”, aunque es mas un restaurante, ya que representa el verdadero espíritu de KL, informal y relajado, como en un bar, solo que mas lindo. También, “Restaurante-Kas” no es el mejor de los nombres. Además, también tiene un valor de curiosidad ya que en ruso, “barkas” ¡es un bote de pedal! “es perfecto”, pensamos 🙂
Las “pruebas beta” del bote de pedales ocurrió en marzo de este año. Y justo abrió sus puertas hace unos días, así que decidimos hacer unas “pruebas alfa”.

Para aquellas personas que están en Moscú que no han descifrado donde está localizado, déjenme contarles que existen 2 entradas: una que da a la calle, y otra por el área de recepción del edificio 2 – en la esquina, detrás del elefante verde. ¡No se lo pueden perder!

Las primeras impresiones fueron lindas.

Artículos de la vieja escuela: una tornamesa.

Diseños pixelados, naturalmente. Después de todo, somos una compañía de software…

También podríamos agregar algunos Pokémon (reales) que promocionen el lugar con los transeúntes 🙂

Bien, ¡es momento de probar la comida del BarKas!

Pero primero, tomaré algunas fotos – necesito algunas fotos del lugar desde afuera:

Mmmmh. No sé que me ha pasado: casi nunca le tomo fotos a la comida que me sirven, normalmente solo la como. Pero he hecho una excepción…

Sumándose a la majestuosidad de la gala de inauguración de nuestro nuevo restaurante, nuestros vecinos de oficina, BMW, colocaron algunos M4 nuevos para que pudiéramos fotografiarlos y admirarlos :). Aparentemente también podías dar una vuelta en ellos, pero desgraciadamente – como siempre – tenía que estar en otro lugar antes de poder probar esos caballos de fuerza…

Y ese fue un evento más de la locura de julio: uno gastronómico/automotor/corporativo. ¡A lo que sigue!