El panóptico de las patentes de Darwin, tercera parte

La ingenuidad humana nunca no deja de asombrar, dejarnos perplejos y/o sonrientes. Tan solo miren esto:

No, en serio. Este es el diagrama principal de una patente estadounidense para una “máquina manual que da patadas en el trasero”:

Pero, esperen, ¡es mejor cuando lo describen con palabras!

“La máquina que da patadas es muy fácil de usar: el número de repeticiones de las patadas, el tipo de repeticiones, la velocidad, la extensión o altura, la fuerza, el impacto y la energía, todo controlado por el usuario u operador. Esta invención, nueva, innovadora y única, tiene múltiples usos que van desde el entretenimiento a la captación de fondos y de la motivación a la disciplina. Los objetivos de esta invención incluyen también, sin limitarse a ellos: teambuilding, autoterapia, inspirar creatividad y ser usada como modelo para dispositivos futuros y trabajos artísticos”.

Por cierto, resulta que existe toda una industria (bueno, casi) que se dedica a propinar patadas en el trasero. Este es otro dispositivo automático que da patadas que he encontrado en la base de datos de patentes (busquen y lo encontrarán).

¿Es en serio? Oh, sí :).

Permitan que les dé algunos ejemplos más de mundo surreal de las patentes. Allá vamos… con más historias de El panóptico de las patentes de Darwin.

1. Lávense las manos orejas antes de comer

La humanidad ha inventado todo tipo de dispositivos para ayudar a frenar las tendencias salvajes e incrementar la comodidad de las mascotas (incluyendo bozales, collares veterinarios, pañales para perros, etc.). Bueno, el progreso en este sector claramente no conoce límites…

Por ahora, hay una solución a los eternos problemas de las largas orejas de algunas razas de perros. Largas orejas que caen en su cuenco de comida. Peludas y largas orejas que se enganchan en ramas. Largas orejas que se ensucian al pasear…

2. Para las “alcancías” del siglo XXI.

Bueno, alguien ha tenido la brillante idea de hacer de ellas un arte (y patentar la “invención”). Es genial, pues ahora todos pueden tener el equivalente moderno del pantalón que enseña la alcancía, incluso en pantalones de cintura alta.

3. ¿Un simple deslizador? No, un diseño patentado.

Meterse con una patente por su “invención” es algo que se hacía antes. Hoy en día, es mucho más fácil y efectivo meterse con una patente… ¡por su diseño! Al igual que hizo Microsoft con Corel por este deslizador patentado:

Pero esta patente no es tan divertida como peligrosa. ¿Cuántos deslizadores, cursores, botones y otros elementos muy usados de diseño permanecen en los archivos de los trols de patentes que esperan su turno para estafar a los desarrolladores que cometen la temeridad de usarlos?

4. Columpios: ¡patentados!

Columpios. Te balanceabas con ellos colgado de la rama de un árbol. ¿Los recuerdas? Bueno, si te atreves a hacer uno… ¡to podrían trolear!

5. Si me rascas la espalda, me rascaré la espalda

El mejor amigo del hombre se merece lo mejor. Incluso rascarse y acariciarse a petición, en el caso de que el humano no esté cerca. Echa un vistazo al “dispositivo para rascar y acariciar animales domésticos“:

Creo que al humano no le importaría probarlo. Es decir, miren al perro, parece que está disfrutando de la experiencia, ¿por qué no iba a hacerlo su dueño?

6. Una rama de plástico: ¡patentada!

No es solo una rama, sino una rama hecha con algún tipo de material apropiado más ligero que el agua, fluorescente y rompible en ramitas para mascotas pequeñas. Y si lo combinas con el dispositivo anterior… ah, no: ¡imposible! ¡Está patentado!

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