mayo 5, 2016
Déjenme mostrarles Moscú con mis ojos.
Privyet droogs! (Hoy los saludo en ruso)
Cuando me preguntan en qué parte del mundo vivo, siempre respondo Moscú. Sin embargo, solo vivo aquí de 4 a 5 meses al año (el resto del año hago viajes de negocios). Y en esos 4 o 5 meses del año puedo veo un poco la ciudad, además de las rutas que siempre recorro entre mi oficina, mi departamento, y los 3 aeropuertos de Moscú. De vez en cuando voy al centro de la ciudad a hacer algunas cosas, como ir al dentista, nuestra fiesta de fin de año, o a la clínica por mi vacuna contra la fiebre amarilla (que es necesaria para algunos países de Latinoamérica y África). Además de eso, casi nunca lo visito. ¿Quién lo diría? Yo, que soy una persona que prácticamente no deja de viajar – ¿casi nunca puedo visitar bien la ciudad donde vivo? Eso es raro. Así que este fin de semana decidí cambiar este problema. Acompañado de otros dos “turistas” residentes de Moscú con los que he viajado muchísimo, llegó el momento de “visitar” Moscú – al menos una parte- en una rápida marcha de 6 horas…
Comenzamos en la Colina de los Gorriones, y terminamos en Molochny Pereulok, o en Dairy Lane (“La Calle de los Lácteos”):